Mictecacihuatl Diosa de la Muerte

El reino de los muertos o inframundo, conocido comúnmente como Mictlan, era gobernado por el “Señor del Inframundo”, Mictlantecuhtli, y por la esposa de este, Mictecacihuatl, los “Infiernos”, el Chignauhmictlan. Pero aparte de estas deidades, existían otros dioses y diosas que poblaban las regiones del Mictlan y que casi siempre encontramos por parejas. Una de ellas es Ixpuzteque, “El que tiene el pie roto”y su esposa Micapetlacalli, “Caja de muerto”. Por último conocemos el nombre de Tzontemoc, “El que cayo de cabeza”, y su esposa es Chalmecacihuatl, “La sacrificadora” . Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl eran la pareja más importante de las regiones del inframundo y habitan la más profunda de ellas, a donde llegan los hombres a descansar, no sin antes entregar a las deidades presentes valiosos.

Mictecacihuatl

En náhuatl «Señora de la muerte», tenìa como propósito vigilar los huesos de los muertos. Ella presidía los festivales Aztecas hechos en honor de los muertos (que evolucionaron con la incorporación del cristianismo hasta el Día de Muertos contemporáneo), es conocida como la «Dama de la Muerte», ya que se cree que murió al nacer.

Mictecacihuatl (en náhuatl: mictecacihuatl ‘señora de las personas muertas’miquitl, muerto; técatl, persona de, morador de, habitante de: mictécatl, muerto; cíhuatl, señora, mujer, dueña’), a veces conocida como Chalmecacihuatl (en náhuatl: chalmecacihuatl ‘señora de la extracción del mecate’, es decir ‘señora del corte del cordón umbilical’chalia, estrenar, cortar; mecatl, mecate, cordón, cuerda, cordón umbilical; cihuatl, mujer, señora, dueña’) en la mitología mexica es la reina de Mictlán, el 9o. y último nivel del inframundo. Su propósito es vigilar los huesos de los muertos. Ella presidía los festivales mexicas hechos en honor de los muertos era conocida como la «Dama de la Muerte», ya que se cree que murió al nacer. A veces se la representa trabajando en conjunto con su esposo, Mictlantecuhtli, y a veces en conflicto con él. Con la conquista española pasó a identificarse con la santa muerte debido a que las comunidades indígenas seguían adorando a sus propios dioses creando una especie de sincretismo con la mentalidad europea de la muerte y su apariencia saturnal con la guadaña. Hay grande polémica y diferencia de opiniones pero lo más probable es que este culto prehispánico de la señora de la muerte haya podido adaptarse y evolucionar hasta nuestros días.

En Oaxaca, algunas leyendas retoman su figura dándole el nombre de Matlacihua (del náhuatl, matlatl, red o trampa, y cihuatl, mujer; ‘la que enreda’ o ‘la cazadora’), que toma la forma de una hermosa mujer vestida de blanco. Se dice que castiga a los hombres mujeriegos y borrachos que caminan a altas horas de la noche, seduciéndolos y guiándolos a hacia donde hay lodo y espinas, haciendo que se lastimen para luego, eventualmente, llevarlos hacia un barranco, cayendo donde crece un cactus con espinas; algunos mueren otros sobreviven y no recuerdan nada de lo sucedido.​

Las nueve dimensiones del Mictlan

1.- Apanohuaia o Itzcuintlan: Aquí había un río caudaloso, la única manera de cruzarlo era con ayuda de Xólotl. Si en vida no se había tratado bien a algún perro, el muerto se quedaba en esta dimensión por la eternidad. 2.- Tepectli Monamictlan: Lugar donde los cerros chocan entre sí. 3.- Iztepetl: Cerro de navajas; este lugar se encontraba erizado de pedernales. 4.- Izteecayan: Lugar en el que sopla el viento de navajas; este era un sitio con una sierra compuesta de ocho colinas y nevaba copiosamente. 5.- Paniecatacoyan: Lugar donde los cuerpos flotan como banderas; este lugar estaba al pie de la última colina del Izteecayan y ahí empezaba una zona desértica muy fría, compuesta de ocho páramos que había que recorrer. 6.- Timiminaloayan: El lugar donde flechan; aquí se decía era un sendero en cuyos lados manos invisibles enviaban puntiagudas saetas hasta acribillar a los pasantes. 7.- Teocoyocualloa: Lugar donde las fieras se alimentan de los corazones. En este pasaje, una fiera salvaje abría el pecho del difunto para comerle el corazón, ya que sin este órgano, la persona caía en un charco donde era ferozmente perseguida por un caimán. 8.- Izmictlan Apochcalolca: El camino de niebla que enceguece; en este lugar; se tenían que vadear nueve ríos antes de llegar al sitio donde le esperaba su descanso mortal. 9.- Chicunamictlan: Aquí las almas encontraban el descanso anhelado. Era el más profundo de los lugares de los señores de la muerte. Después de pasar todos estos obstáculos, se llega a la liberación de su tetonalli (alma). El viaje póstumo dura cuatro años.

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